...“Voy a destruir la Iglesia”. El anciano firme con una sonrisa contestó: “¡Ni siquiera nosotros en cientos de años, con todos nuestros pecados hemos podido hacerlo!” Tú no podrás!
El rasgo distintivo de la historia no es tanto la presentación material de los hechos, cuanto el descubrimiento del significado que ellos encierran.
Mirar y ver el designio salvífico de Dios en la historia nos da una perspectiva de la realidad en donde lo cotidiano se hace sagrado.
Reconocemos el cuidado de Dios sobre la historia, y Jesús aparece como el Buen Pastor que cuida, conduce, rescata, salva.
Este libro es un llamado a dejarnos habitar por la alegría y la esperanza de vivir unidos a Cristo que nos hace sus discípulos y alimenta nuestra vocación a la Vida eterna.
Desde el Dios que no tiene historia pero que hace historia con su Creación hasta el comienzo de la Iglesia como comunidad de la Nueva Alianza.
Se presentan los 21 siglos de la Iglesia en su desarrollo hasta nuestros días.
Un recorrido por la historia de la evangelización en los distintos continentes.