Un lugar privilegiado
Un cambio laboral inesperado le dio a Mica la posibilidad de desplegar su talento de un nuevo modo.
Soy licenciada en Terapia ocupacional, y siempre me gustó la idea de trabajar en los barrios de emergencia, poder involucrarme y desarrollarme allí. En el 2015 perdí el trabajo, y en mi profesión hay muy poca oferta laboral para esos lugares. En ese entonces yo vivía sola por lo cual debía mantener el alquiler del departamento por mi cuenta.
Tenía dos opciones: tomar el primer trabajo que encontrara por cuestión de necesidad, o empezar a buscar donde más anhelaba trabajar. Me animé a lo segundo, con mucho miedo e incertidumbre. Descubrí que Dios no se deja ganar en generosidad, y conseguí unas horas de trabajo con un grupo de niños y niñas con discapacidad en la Parroquia Madre del Pueblo, de la Villa 1-11-14 del barrio de Flores, en Buenos Aires.
Estaba emocionadísima, ¡sentía que Jesús había respondido a mi pedido! Esa emoción me llevó, además de agradecer, a preguntarle qué necesitaba de mí en ese espacio, a ofrecerme. Cada vez me enamoraba más de la gente y del lugar, y quería trabajar más horas en el barrio.
A mediados de ese año me ofrecieron coordinar el Centro de Jubilados “Papa Francisco” que habían inaugurado hacía poco tiempo. Era un grupo de alrededor de 12 adultos mayores que se reunían cotidianamente a almorzar, y de vez en cuando a realizar alguna actividad, como ver una película o jugar a las cartas. De a poco empecé a conocerlos, a preguntarles qué buscaban y pretendían de ese lugar que era suyo. Junto con un grupo de talleristas, profesores y sacerdotes, y los mismos jubilados construimos el espacio.
Caminamos juntos este proceso con aciertos, desaciertos y frustraciones, pero también con muchos momentos de gozo. Hoy son 30 adultos mayores de 60 años que se acercan a comer todos los días, y se les ofrecen distintas propuestas para promover su calidad de vida a través de la participación en actividades recreativas, artísticas, terapéuticas y religiosas. Algunas de las que más disfrutan son: teatro, musicoterapia, tango, zumba, el rezo del rosario, salidas recreativas a museos y teatros, festejos de cumpleaños y viajes a la playa…..
Leelo completo en Cristo Vive ¡Aleluia! JULIO-AGOSTO 2021