Queridos hermanos: En estos días recibí la última Cristo Vive, ¡Aleluia!; un número que me pareció espectacularmente bello y testimonial. No pude parar de leerla. Me sorprendí con todos los enlaces que descubrí al navegar por la revista digital. ¡Felicitaciones a todo el equipo!

Les acerco el mensaje que me envió mi papá (Mario M.) al recibirla: “Estuve bastante tiempo leyendo la revista digital que me mandaste. Me quedé realmente impresionado; sin duda, por su calidad de diseño y funcionalidad, puede sobresalir entre las mejores. Te pido que le transmitas mis sinceras felicitaciones a todas las personas que trabajan en su producción”.

Les mando un fuerte abrazo.