Editorial de la Palabra de Dios

“El sembrador salió a sembrar…” (Mateo 13, 3).

Todo comenzó a gestarse en el 2002, cuando una hermana de los grupos de oración del Movimiento de la Palabra de Dios, Betty Sbédico, quien fue catequista del primer Proceso Comunitario para la Confirmación (PCC), comenzó a acompañar pastoralmente un grupo de estudio bíblico, que ya estaba en marcha. Ese grupo estaba compuesto por mujeres que se reunían semanalmente en la casa de familia de Milagros Contreras, en la ciudad de Miami. Betty, es argentina y se había trasladado a EEUU con su familia.

El grupo de estudio comenzó a caminar como una comunidad de fe con las notas del carisma. En marzo de 2006 fui enviado por el Padre Ricardo por primera vez. Mi misión fue tomar contacto con ellos y con la Arquidiócesis de Miami. El grupo original, en el cual participan 18 hermanas, sigue reuniéndose en la misma casa, vinculado a la parroquia San Hugo.

En el año 2014 ofrecí la escuela de Encuentro en la Palabra a algunas participantes, y como fruto se formó un nuevo grupo, mixto, en el cual participan 15 adultos que se reúnen semanalmente desde entonces. Un tercer grupo de adultos comenzó a reunirse allí mismo en 2019, pero la pandemia del Covid-19 interrumpió su continuidad.

Aunque sus miembros son bilingües, los dos grupos de Encuentro en la Palabra forman parte de los “ministerios hispanos”. A partir de 2007 comenzaron a hacerse las Jornadas de Pascua, propias del  Movimiento, organizadas por los miembros de los grupos. Las primeras fueron en la casa de la familia Contreras. A partir de 2015 se hicieron en la parroquia San Hugo y se ofrecieron como servicio a la comunidad parroquial. Una de las mismas se hizo bilingüe. Cuatro integrantes de los grupos tuvieron la posibilidad de participar en Pascuas en Buenos Aires y en Córdoba, en distintas ocasiones.

Además de la Jornadas de Pascua se han ofrecido seis Jornadas de Espiritualidad Bíblica en dónde serví. En la última, que se hizo el 20 de enero del 2024, participaron 60 personas, la mayoría de San Hugo, pero también de otras parroquias de Miami, y uno venido de Naples, de la vecina Diócesis de Venice. Desde el 2013 hubo intentos de formar un grupo de jóvenes, que por distintos motivos no tuvieron continuidad, salvo un hermano, que participa del segundo grupo.

En todos estos años y en nueve visitas como misionero se ha logrado una muy buena vinculación con la Parroquia, sus sacerdotes y su comunidad, tanto hispana como angloparlante, y a través de ellos con la arquidiócesis. Así se han puesto las bases para un desarrollo futuro del carisma en los Estados Unidos, que está en las manos del Señor y de nuestra entrega pastoral y misionera.

En mi servicio en la Zona pastoral de Cuyo (Argentina), he aprendido que las cepas de la vid dan racimos con cualidades únicas según sea la geografía donde se cultiven, las características del suelo, del agua, la altura, el clima. Y el vino que se produzca a partir de ellas tendrá una denominación “de origen” que lo hará distintivo en su aroma, sabor, color, textura. Así, las primicias de estos dos primeros grupos están llenas de frutos de oración, fraternidad y misión, propios de carisma, con la impronta que le da la propia cultura.

El Espíritu Santo nos hace sentir al equipo que conformamos junto a Betty y Milagros que, por las características culturales y eclesiales del país, sería el establecimiento de una misión de Nazaret Masculino y la posibilidad de ofrecer nuestro carisma en inglés en el lugar; lo que permitiría un crecimiento sostenido tanto en la arquidiócesis como, a partir de la misma, en otros lugares de América del Norte donde el Señor nos quiera llevar.

Oremos para que el Señor envíe obreros a esa viña, obre en la disponibilidad a la misión y siga abriendo los caminos.

P. Walter Chiesa

Comunidad nazaret masculino de Mendoza

N. de la R.: El padre Walter es sacerdote nazareno y está a cargo de acompañar la misión pastoral en Miami.