Editorial de la Palabra de Dios

Ella nos guía en el camino y nos llama a construir un mundo sin descartados.

Celebrar a María es descubrir la cercanía y ternura de Dios que se encuentra con su pueblo; Él no nos deja solos y nos regala una Madre que cuida y acompaña. Al ver a María, uno entiende la cercanía, la compasión y la dulzura de Dios que se vuelve real y se expresa de un modo diferente al que lo hace en otro tipo de oración. Delante de la Madre se despiertan los sentimientos más nobles de una persona. Y cuando María escucha nuestras plegarias, señala a Jesús y le dice: “Hagan lo que Él les diga”. Este es un gesto típicamente mariano que indica el camino.

Facilitadora de la paz
La fuerza evangelizadora de la “piedad popular” crea condiciones favorables para que los lazos de amistad y fraternidad entre los pueblos crezcan y se fortalezcan (cf. Evangelii gaudium, n° 122-126). San Pablo VI ya había entendido esto, y cambió el nombre de “religiosidad popular” a “piedad popular”. En este aspecto, la devoción mariana tiene un lugar privilegiado. María es abogada, pero hoy día la palabra “abogado” es demasiado funcional, es mejor decir “facilitadora”. Ella es facilitadora en los conflictos y los problemas, como en la falta de vino en las bodas de Caná (cf. Jn 2,1-12).

María nos ayuda a “desatar los nudos” que se hayan hecho en nosotros y entre nosotros. Es decir, allana el camino de la amistad entre los pueblos y nos invita a volver nuestra mirada al origen y la meta de nuestra existencia, que es Jesucristo; y nos anima a seguir su ejemplo, recorriendo las sendas de la paz, la amabilidad, la escucha y el diálogo paciente y confiado.

Madre de los descartados
Ella, con el poder del resucitado, quiere parir un mundo nuevo, donde todos sean hermanos y hermanas, donde haya lugar para cada “descartado” de nuestras ciudades y resplandezcan la justicia y la paz. María es la Madre de los que nosotros descartamos porque ella va a buscarlos. No conoce la actitud de descartar a nadie. Y como es Madre, sabe escuchar tantas peticiones, incluso cuando nacen de un corazón que no es coherente consigo mismo, un corazón injusto que hace daño. Escucha a todos, incluso al hijo criminal. Reflexionar sobre estos temas y poder experimentar juntos la alegría de anunciar a Cristo de la mano de María, impulsan nuestro camino y nuestra misión.

Francisco

1 Encuentro “Libres del miedo”, Sacrofano, Italia, 15/02/2019.
2 Mensaje para la III Jornada Mundial de los Pobres, 17/11 2019.

Fuente: Extracto de la audiencia a los miembros de la Confraternidad de la Mare de Déu de Montserrat, España, 7/10/2023.

Publicado en Revista Cristo Vive ¡Aleluia! Nº258 – OCT 2024