Una experiencia fraterna y vivencial de servicio, comunión y fe.

Somos Juan, María y Noelia y participamos de un grupo de oración en Río Grande, Tierra del Fuego, la provincia más austral de Argentina. El año pasado llevamos adelante nuestro servicio pastoral acompañando un grupo de chicos que tenían entre 11 a 15 años, que llamamos de Crecimiento en la Fe (“Creci”, familiarmente).

Noemí, una de las coordinadoras generales de nuestro Centro pastoral, nos propuso servir en Creci. Fue una propuesta interesante y lo vimos como un gran desafío. Nos juntábamos durante el año para armar los encuentros y, además, compartíamos la cotidianidad de la semana; gracias a esto, fortalecimos la fraternidad entre nosotros.

Llevamos adelante diferentes actividades con los chicos en las que pudieron encontrarse con Jesús desde el juego y la alegría, y sentirse amigos. Armamos almohadones, amasamos tallarines que luego ellos compartieron con sus familias, hicimos una “chocotorta” para la merienda y, los días lindos, salimos al patio a jugar con la pelota. Además, tuvimos nuestra “Jornada de María” y la “Jornada de Pentecostés”, como lo hacemos en el Movimiento.

Una vez al mes, con los hermanos del Centro pastoral nos encargamos de guiar la misa. Para el día de María hicimos ochenta denarios y difundimos el Rosario de la súplica.

También tuvimos nuestra jornada final, que terminó con la búsqueda del tesoro, en la que recordamos lo que vivimos en el año. Al finalizar ese día, compartimos la misa y cena con las familias.

Nuestro deseo desde el servicio es que podamos seguir siendo instrumento y semilla para el camino de cada niño, hacia el encuentro con Jesús y su Madre. Hagamos como dice Jesús en Mateo 19,14: “Dejen que los niños vengan a mí…”.

Juan Agüero, María Sánchez y Noelia Ayala
Río Grande
Prov. de Tierra del Fuego

N. de la R.: Juan, 35 años, estudia prof. de música. María, 41 años, profesional independiente. Noelia, 37 años, administrativa.

Publicado en Revista Cristo Vive ¡Aleluia! Nº253 – MAYO 2024