Un compromiso que une el servicio por las personas marginadas y el cuidado de la creación, sin fronteras de credo.
La pérdida temprana de vidas debido a la pandemia y al cambio climático nos envía una señal de alerta sobre el estilo de vida que estamos llevando», asegura la hermana Jyotisha.
Mary Jyotisha Kannamkal, nació en 1960 en Kerala, un estado de la costa tropical de India y en 1987 ingresó a la orden religiosa de las Hermanas de Notre Dame (SND), en Bihar, en el noreste del país. Mary se declara «enamorada» de la encíclica Laudato si’ sobre el cuidado del medioambiente y afirma: «me conmueve mucho que la crisis ecológica afecte sobre todo a los pobres. Especialmente me llama la atención la perspectiva espiritual de la interconexión de la crisis socioambiental, que nos pide con urgencia una conversión ecológica, una revolución cultural radical para la promoción de una ecología integral que responda al clamor de la tierra y de los pobres».
Fue este clamor que resonó en el corazón de la hermana que la llevó a ser una “animadora Laudato si’”, un programa que impulsa el Movimiento católico mundial por el clima. En los últimos dos o tres años, las sequías e inundaciones dejaron a millones de personas de la región del Noreste de India sin el mínimo sustento básico; de allí, la hermana Mary dice: “mi conciencia me pide insistentemente que me dedique a construir la solidaridad para la ecología integral».
Una señal de alerta
«La pandemia ha exacerbado el sufrimiento y la miseria de los pobres debido a la crisis socioambiental: su efecto desproporcionado sobre ello es alarmante», afirma la religiosa. En estos tiempos, su mirada se dirige en particular a la difícil y desgarradora situación de los trabajadores inmigrantes, a menudo jornaleros, sin trabajos estables. Muchos de ellos, a causa de la COVID-19, han vuelto a sus pueblos de origen porque se quedaron sin trabajo.
“Se necesita una solución integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza” (Laudato sí nº 139).
La lucha de la hermana Jyotisha representa la denuncia del aumento del desempleo entre los jóvenes, que no tienen perspectivas de supervivencia para sus familias. También, los pobres permanecen en una condición de angustia y desesperación y, como si esto fuera poco, se incrementa en la población la tasa de suicidios. Las mujeres, las niñas, los niños, los ancianos y las personas con patologías físicas son las categorías más gravemente afectadas por el coronavirus en India: «A pesar de las actividades caritativas de aquellos pocos que todavía se dejan llevar por el sentido de la fraternidad humana en la sociedad, el dolor y la miseria de una gran parte de la población permanecen. Los que son pobres siguen siéndolo», sostiene la hermana Mary.
Despertar la espiritualidad
Vasudhaiva Kutumbakam es el ideal espiritual de la India, una frase que en sánscrito significa que “el mundo entero es una familia”. En sintonía con esa expresión, Francisco en su encíclica“nos está llamando de nuevo a una relación fraternal con cada persona y cada vida creada por Dios. Veo la Laudato si’ como una herramienta espiritual para conducir este mundo gobernado por el materialismo, una oportunidad para volver a los valores espirituales correctos y a la colaboración por el bien común”, declara la religiosa india. «Ha llegado el momento de despertar nuestra espiritualidad –agrega– porque es una energía vital, real y dinámica que nos ayuda a combatir la crisis social y ecológica a la que nos enfrentamos».
Una escuela de ecología integral
En colaboración con el Movimiento católico mundial por el clima, Jyotisha no solo promociona la ecología integral, sino también impulsa la formación, según el espíritu de la encíclica, sobre el cuidado de la casa común. En la Provincia de Patna, trabaja este aspecto con las jóvenes hermanas de su congregación, por una nueva forma de vivir la vida religiosa.
Durante la celebración de la Semana Laudato si’ del 2020, en la casa provincial, generó conciencia y motivación en las religiosas sobre la necesidad y la importancia de una conversión ecológica para el cuidado y protección de nuestra casa común. Por ello, organizó varias propuestas: una formación ad hoc sobre la Encíclica, de seis meses de duración; paseos en la naturaleza; un retiro espiritual anual, previsto para las hermanas menores de 60 años; y la creación de un «banco de positividad» para la casa común (cada mes, cada comunidad de la Provincia «deposita» una acción positiva en el camino de la ecología integral).
Un compromiso interreligioso
«El concepto fundamental en el centro de la formación sobre la Laudato si’ es la necesidad de crecer en el camino de la ecología integral», afirma la religiosa, que cuenta cómo buscó que las hermanas se prepararan para la conversión ecológica en pequeños pasos, aprendiendo a no malgastar el agua, la electricidad, los alimentos, con una sabia gestión de los residuos biodegradables, a reducir, reutilizar y reciclar: «Se les animó a reconocer a Dios en la interconexión de todas las formas de vida y a salvaguardar todo lo que Dios ha creado».
Equipo de Redacción
Desde hace tiempo estamos tomando más conciencia de que la naturaleza merece ser protegida, aunque sea por el hecho de que las interacciones humanas con la biodiversidad que Dios nos ha dado, deben hacerse con el máximo cuidado y con respeto: cuidar la biodiversidad, cuidar la naturaleza. (…) La pandemia nos ha enseñado la interdependencia entre todos los seres vivos, este compartir el planeta… Ambas catástrofes globales, Covid y el clima, demuestran que no tenemos tiempo para esperar. El tiempo nos apremia para enfrentar el desafío. Tenemos los medios. Es el momento de actuar, estamos en el límite. La adversidad que estamos viviendo con la pandemia, y que ya en el cambio climático la sentimos, nos ha de impulsar, nos tiene que impulsar a la innovación, a la invención, a buscar caminos nuevos. (Palabras de Francisco en video mensaje por el Día de la Tierra – 22/04/2021).
* Kannamkal tiene un máster en servicios sociales y es responsable de las iniciativas de la Comisión «Justicia, Paz e Integridad de la Creación» de Patna, en India. Es miembro del Foro Interreligioso para los Derechos Humanos de Unicef-Bihar.
Fuente: Adaptación del artículo de Giada Aquino, “India: de la Laudato si’ una energía vital para Bihar”, Vatican News, 6 de abril 2021.