TESTIMONIO.-
Durante un fin de semana, todo el personal dejó la ciudad para realizar un retiro espiritual y encontrarse con Dios.
El Colegio San José de la provincia de Córdoba, que pertenece al Movimiento de la Palabra de Dios, hace tiempo, propone un retiro para todo el personal: docentes, maestranzas y administrativos. Este año, lo realizamos en la casa de Encuentro y oración de Cuesta Blanca.
En total, participamos alrededor de cincuenta personas. Las sierras y un lindo sol otoñal nos esperaban para empezar el encuentro con cantos, juegos y una oración. Luego, recibimos una charla en la que se nos invitó a profundizar nuestro vínculo con la Palabra de Dios. Siguió un momento de meditación personal y, luego, un compartir: pusimos en común la experiencia de la oración.
Más tarde, caminamos hasta el dique que existe en el lugar y disfrutamos del río tomando unos mates, aunque algunos optaron por la consabida siesta cordobesa.
No faltó la Eucaristía y el trabajo con el Evangelio al hacer un Encuentro en la Palabra. Cada año necesitamos más tiempo para realizar esta actividad debido a que la participación es muy activa.
A la noche, hicimos un fogón y los talentos artísticos surgieron; ¡nos dolió la panza de tanto reírnos!
Al día siguiente, nos dimos testimonio unos a otros del paso de Dios en cada nivel del instituto y le agradecimos al Padre por tanto amor recibido.
Estos son algunos de los testimonios recogidos:
En una actividad del retiro, nos pidieron que compartiéramos un texto que haya sido significativo en nuestra vida. Ahí recordé la cita de Corintios: “Llevamos este tesoro en vasijas de barro” (2 Cor 4) y pude recrear el tesoro que es el Evangelio en todos los aspectos de mi vida. Recordé y reconocí que nuestra fragilidad está sostenida por la Palabra de Dios, por su amor, y que sin su presencia nos partimos como vasijas de barro…
Sentí que el Señor iluminó todos los ámbitos donde debo estar: mi trabajo, mi familia… Tengo la certeza de que no es fácil, pero tampoco imposible, hacer presente su Palabra en medio de nuestra tarea; que Él no nos abandona, sino que nos sostiene y alienta con su Palabra, en un mensaje siempre nuevo.
Adriana Coniglio, de maestranza.
“Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les preguntó: ‘¿Qué están buscando?’. Ellos dijeron: ‘Maestro, ¿dónde vives?’” (Jn 1,38). Con esta Palabra, mi corazón se abrió a la última pregunta porque sentí que la respuesta de Jesús: “Vengan y verán” era una invitación a buscarlo a Él en mis compañeros.
Ellos, con quienes comparto más de seis horas diarias, son su presencia viva: el sagrario humano de Jesús que el Padre Ricardo me había enseñado a través de su libro tiempo atrás.1
Durante todo el retiro experimenté el amor vivo del Padre en cada gesto y momento compartido. Sentí que Él volvió la mirada a lo más profundo de nuestro ideario institucional y renovó el deseo que tenemos como institución de ser fieles a su voluntad.
Siento que Dios, de manera amorosa, me habló con claridad y señaló cuál debía ser mi búsqueda. Con su Palabra, me invitó nuevamente a descubrirlo, a amarlo y a servirlo a través de mis hermanos y me mostró el porqué de mi llamado a trabajar en el San José.
Marta Depetris, directora del nivel secundario.
Este retiro renovó en mí el vínculo con la Palabra de Dios. Me recordó la importancia de tenerla presente en los momentos de reunión del gabinete (sobre todo, en las situaciones más problemáticas) y que el Evangelio sea lo que sostenga los distintos momentos en los que se hace difícil el trabajo. ¡Que esta gracia nos llegue a todos!
Mariela Brandán, psicóloga.
“Entre tantas voces que ensordecen, la oveja reconoce y sigue la voz de su Pastor” (Cf. Jn 10, 27). En estos días de encuentro, pude descubrir que el Padre nos rescata a través de su Palabra. Que consuela, anima, conduce, acompaña y ama. Él nos invita a salir de nosotros mismos e ir al encuentro del hermano que nos necesita. ¿Por qué buscamos en tantos lados cuando en la Palabra está esa luz que muchas veces necesitamos? ¡Que María sea nuestro ejemplo de búsqueda serena y entrega silenciosa!
Graciela César, profesora de Informática.
Mi testimonio del fin de semana se resume en que todo el tiempo se “movió” la Palabra de Dios y esto trajo un clima fraterno y de alegría. Le doy gracias al Señor por haber podido participar.
Clarita Espíndola, portera.
Partimos con el corazón repleto de alegría, con ganas de seguir civilizando el mundo desde este lugar de trabajo que Él nos regaló y que cada uno construye poniendo su granito de arena.
Equipo de conducción
Colegio San José
Prov. de Córdoba
1 P. Ricardo, MPD, El sagrario humano de Jesús. Una espiritualidad del trato fraterno, Buenos Aires, Editorial de la Palabra de Dios, 2006.