“Comunión, participación y misión”, son  los aspectos claves que iluminan el camino hacia la Asamblea de Obispos 2023.

Con la celebración de la Eucaristía en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco abrió el camino hacia el Sínodo que se articula en tres fases: diocesana, continental y universal. Un ambicioso itinerario que llevará dos años de transitar como Pueblo de Dios cada momento y en los cuales, la consulta, la participación, el diálogo y el discernimiento, serán los ejes centrales.

“Por una iglesia sinodal” es parte del lema que marcará la guía cada período. Al ser consultado sobre la propuesta del Papa, Rafael Luciani,1 comentó: “El desafío es que, todos los sujetos en la Iglesia, desde el laicado hasta el episcopado y el papado, [tengamos conciencia de] que este es un momento de kairos porque implica un cambio, una transición hacia un modelo nuevo que se puede llamar el de la Iglesia sinodal; no una Iglesia en la que algunas cosas funcionan sinodalmente, sino una Iglesia toda ella sinodal”. Esta es la gracia que se quiere abrazar como tiempo nuevo eclesial. 

“La palabra ‘sínodo’ viene de raíces griegas que significan ‘un camino recorrido con otros, un camino compartido, recorrido por la Iglesia a la luz de la acción del Espíritu en su historia, al servicio del pueblo de Dios’ y es ‘el resultado de las intuiciones y semillas que surgieron como directrices para toda la Iglesia en el Concilio Vaticano II’”, comentó el cardenal Michael Czerny.2 Por su parte, Luciani concluyó: “El gran desafío de este proceso sinodal que hemos iniciado es un cambio de cultura eclesial que debe pasar del yo al nosotros, a esa visión comunitaria y por otra parte, lo que eso significa en la vida cotidiana, una cultura nueva del consenso, no una cultura donde unos deciden y el resto ejecutan pastoralmente algo, sino una cultura del consenso donde todos estén involucrados como Iglesia pueblo de Dios.”

» Encontrar, escuchar y discernir

En todo el mundo, cada iglesia particular, durante el mes de octubre, abrió el tiempo de la sinodalidad. Un itinerario para reflexionar, encontrar, reparar, servir y rezar, también, para aprender cuáles son los procedimientos que ayudan a vivir la comunión y apertura a la misión. Las familias, parroquias, diócesis, asociaciones, movimientos, organizaciones, conferencias episcopales y la Sede de San Pedro, necesitan diferentes métodos de escucha, cooperación y sinergia, para ser guiados con humildad y docilidad al Espíritu Santo. Anhelar con confianza un discernimiento de los pasos a seguir y una puesta en práctica compartida, para que todos participen. “Hacer sínodo significa caminar juntos en la misma dirección”,3 afirmó Francisco. Se trata de escuchar, de hablar con los demás y de lograr una interacción respetuosa entre todos…..

Leé la Nota completa en: Cristo Vive ¡Aleluia! Nº230 (NOV-DIC 2021)