Editorial de la Palabra de Dios

Carolina da testimonio de cómo María restauró su vocación discipular.

La gracia de la Convivencia Mariana* pasó por renovar, en primer lugar, el llamado al discipulado desde nuestro carisma como parte de transitar el camino a la santidad. El proceso hecho en estos días me devolvió el sentido de las opciones que hice en este lugar de Iglesia.

Guardé en el corazón la gracia de la relación con Dios y la presencia de María que restauró mi interior, mi dignidad como mujer y como discípula suya. Como gracia para estos 50 años de la Obra, pedí vivir más radicalmente el Evangelio, las palabras y las promesas sembradas en mi corazón. Sé que cuando las fuerzas me separen de Dios o la debilidad sea más fuerte, contaré con María para pedirle que interceda. Le pido a Ella, no solo como Madre, sino también como Señora, que defienda las gracias que recibí y sea la Guardiana de mis opciones.

Llegué a la Convivencia sin expectativas y me fui con el corazón revitalizado en opciones profundas y fundantes.

Carolina Mamani
Florencio Varela
Prov. de Buenos Aires

N. de la R.: Carolina tiene 34 años y es Licenciada en enfermería.

*La Convivencia Mariana es un retiro de siete días en donde se profundiza el vínculo con la Madre de Dios desde la gracia del carisma.

Publicado en la Revista Cristo Vive ¡Aleluia! – Nº257 – SEP2024