Cristo Vive ¡Aleluia! #3
“La salvación nos viene de la cruz”
Cristo Vive ¡Aleluia! #2
La Cristo Vive número dos.
Cristo Vive ¡Aleluia! #1
La Cristo Vive número uno. El comienzo de la revista.
SUMARIO
Setiembre es un mes aniversario, del P. Ricardo Martensen, MPD (sobre el Movimiento), CV 1 pág. 2.
Presentación, de Carlos Y. (testimonio sobre Editorial), CV 1 pág. 4.
La oración, de Alexis Carrell (meditación sobre la oración), CV 1 pág. 6.
Cristo está entre nosotros, de Elizabeth O. (meditación sobre Pascua), CV 1 pág. 7.
Esa tarde de bendición, de Luis S. (testimonio), CV 1 pág. 8.
Un tesoro divino: la alegría, de Patricia R. (meditación), CV 1 pág. 10.
Protegido: Cv 253 – MOBILE
Editorial
“Necesitamos que alguien nos levante del ‘blando lugar’ en el que nos hemos acomodado y nos haga repetir con decisión nuestro ‘NO’ al mal”, dijo el Papa en su catequesis sobre la fortaleza, una virtud divina. Ante las amenazas constantes que nos circundan, tanto de modo externo, como dentro de nosotros mismos (ansiedad, angustia, crisis, preocupaciones de la vida, etc.), necesitamos cultivar esta virtud, porque “la fortaleza toma en serio el desafío del mal en el mundo”.
Quedó atrás nuestro paso pascual… Y la gracia de la resurrección de Jesús aun nos estremece: más de 9000 personas asistieron a las Jornadas de Pascua que desde hace 50 años realiza el Movimiento de la Palabra de Dios. ¡Cuánto para agradecer y reconocer el amor de Dios entre nosotros! De esto se trata: ¡celebrar el Jubileo del carisma!
Desde abril del 2023, Cristo Vive, ¡Aleluia! presentó las Zonas pastorales de la Obra como testimonio de lo que Dios hace en su pueblo. En esta edición, publicamos una síntesis del camino recorrido y nos detenemos en el momento histórico en donde todo comenzó: la Pascua I. Un puñado de hermanos que participaron de ese primer retiro, se reunieron junto al Padre Ricardo y rememoraron algo de la experiencia.
En este mes, la liturgia nos regala la fiesta de la comunidad: Pentecostés. En el anuncio Testigos del amor el autor nos invita a reconocer al Espíritu Santo que ha sido derramado en nuestros corazones y vivir el Pentecostés del amor. Desde esta gracia, podremos ser puertas para abrir el diálogo, allí donde estemos, y gestar la paz. De ello nos habla la nota María, puerta de unidad.
“Dulce Espíritu, comunicación, paloma que abres los cielos, para que escuchemos a Dios. Bautiza a esta Obra y envíala a misionar el carisma del Amor.” Que el Espíritu Santo, Amor entre el Padre y el Hijo, ¡inunde la faz de la Tierra!
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