Al hacer memoria recordé con mis hermanos, que en el año 2007 nos invitaron a hacer la Convivencia II. Teníamos que juntar el dinero para poder viajar y hacerla. Para ello, cada uno exponía qué se podía hacer para recaudar dinero: algunos dieron ideas de hacer sorteos, rifas, etc. Pero ya había muchas cosas por el estilo, hasta que yo ofrecí hacer arrollados de pollo (pues en aquel entonces era carnicero).
Compraba los pollos y demás insumos necesarios, y una vez vendido y cobrado todo, me devolvían lo invertido. Lo hacíamos en la casa de un hermano, nos juntábamos desde las 14:00h, luego de trabajar. Comenzábamos deshuesando los pollos y armándolos, mientras, con mi poca pedagogía de carnicero, les explicaba al resto, que iban aprendiendo. Tres veces les mostraba cómo se deshuesa, cómo se arma y cómo se cose. Después de los cincuenta arrollados, ¡aprendieron! Hoy, ellos enseñan a otros.
Al mirar atrás, veo la gracia y la bendición de donar ese talento. Puedo advertir cómo el Espíritu Santo nos unió comunitariamente trabajando en armonía y al mismo tiempo, compartiendo la vida. Realmente es mucho trabajo, pero siempre el factor predominante fue y es el amor, la donación por el otro y los talentos puestos en común.
Luego, a las 18:00h tenía que volver al trabajo, hasta que concluía la jornada a las 20:00h, aproximadamente, y volvía para seguir con los arrollados.
Puedo ver que el Espíritu Santo me impulsaba y el amor me sostenía. Así como a todos mis hermanos que, cada año, hacemos ésta actividad con el mismo objetivo de aquel momento.
También, con memoria agradecida, recuerdo que siempre con ésta y otras actividades similares, alcanzó para que todos los que más necesitaban, tuvieran lo necesario para pagar los pasajes y costos de Convivencias y retiros, como así también, para cubrir parte de los gastos de otros.
En el año de la pandemia (que no hubo Convivencias) ayudé a dos hermanos que se quedaron sin trabajo, y se sumaron también otros a colaborar.
Hace 16 años que venimos haciéndolo y ya es casi una marca registrada los arrollados del Movimiento.
Bendito seas Señor, por los dones recibidos y compartidos fraternalmente.
Rodolfo Gonzalez
Zona Chaco.