Editorial de la Palabra de Dios

NUESTRAS OPCIONES EXPRESAN LO QUE QUEREMOS SER COMO PERSONAS.

Al leer el pasaje de la Anunciación constatamos un hecho trascendental: podemos vivir nuestra condición de cristinos gracias al “sí” de María, la joven virgen de Nazaret (Cf. Lc 1,26-31). Dice una vidente: “El ‘fiat’ de la Santísima Virgen transformó el mundo.”1

Dios a través del ángel Gabriel le pide a María que tome una decisión: aceptar ser Madre del Hijo de Dios, para que al tomar su carne humana fuera Hijo de Dios e hijo del hombre. Luego de un momento de desconcierto, “María dijo entonces ‘yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu palabra’”.

Como Madre de Dios y Madre nuestra ella nos dice con mucha humildad quién es: ‘yo soy la servidora del Señor’. ¡Cuánto nos habla esto en el servicio que hoy llevamos adelante: ¿pueden ver en nosotros a servidores del Señor? Revisemos con qué espíritu servimos y seamos parecidos a nuestra madre del cielo, la Inmaculada. ¡Nosotros queremos ser servidores y servidoras del Señor!

“El ‘fiat’ de la Santísima Virgen transformó el mundo.”

Sin duda, llegar a una decisión significa hacer un camino si queremos que no sea superficial o sin valor. Cuando queremos que nuestra decisión coincida con la voluntad de Dios, el proceso comienza como sobrenatural. Es una decisión de alianza con Dios y la celebramos sacramentalmente en la Eucaristía. En el caso de María, la decisión consistió en aceptar sin condiciones el anuncio del ángel: ella era la elegida desde su Inmaculada Concepción. 

Como personas humanas no somos como los animales que se tienen que guiar por los instintos. Nosotros tenemos libertad y podemos negar o contradecir la alianza con Dios en cualquier decisión que tomemos. El Espíritu Santo es quien nos puede enseñar a vivir como personas humanas y conducirnos en las decisiones para vivir en el amor. Nuestras decisiones y opciones expresan lo que, como personas, queremos y amamos. 

Al Padre lo amamos en la medida que amamos su Palabra eterna hecha carne humana por nosotros. Porque desde allí construimos el Cuerpo de Jesús que es la Iglesia para la salvación de todos los hombres y de todas las Naciones.2

Padre Ricardo, MPD

1. Consuelo. María, puerta del cielo, Barcelona. 1990.  ISBN: 8440482329 

2. P. Ricardo, MPD.   “Ser responsables en el amor”  , Revista Cristo Vive, ¡Aleluia!, N° 227, pág. 8 y 9.

Cristo Vive, Aleluia! Nº 228 (jul-ago 2021)