En una audiencia general, al tomar a María como modelo de fe, el Papa enseñó: “El ‘sí’ de María, ya perfecto al principio, creció hasta la hora de la cruz. Allí, su maternidad se ha extendido abrazando a cada uno de nosotros, nuestra vida, para guiarnos a su Hijo” (23/10/2013). ¿Quién puede decir entonces que está solo si María es nuestra Madre? Ella ha sido capaz de abrazar nuestra humanidad, al abrazar el dolor del Hijo y aceptar con Él la voluntad del Padre. Ese es el camino: el del amor hasta las últimas consecuencias. “María es para la Iglesia ejemplo viviente del amor”, dijo Francisco.

Nuestra vida como Movimiento ha experimentado siempre la particular compañía de la Madre. Por eso, en el contexto del año aniversario, publicamos María en los 40 años de la Obra en reconocimiento de su presencia histórica entre nosotros. Son testimonios de ello el desarrollo de la Rama Mariana, la realización de los retiros marianos, las diversas publicaciones y hasta los llamados santuarios vivientes, en donde ininterrumpidamente, desde 1974, los hijos se reúnen en torno a la Madre para celebrarla en el día de la Asunción.

“María nos enseña a estar siempre unidos a Jesús”, también dijo el Sumo Pontífice. Esa alianza de amor nos da la gracia que necesitamos para poder crear ambientes de comunión –como se muestra en Los creativos de la paz–, vivir reconciliados –como lo prueba la dura experiencia de Immaculée Ilibagiza presentada en ¿Se puede perdonar todo?–, y hasta construir una casa entre todos (hecho al que se refiere La casa de Dani).

María, esa humilde muchacha judía, buscando a Dios se dejó encontrar por Él. El amor la hizo fecunda, la hizo nuestra Madre. Pidamos cada uno de nosotros la gracia de dejarnos encontrar por Dios para que, como María, seamos fecundos en el amor y llevemos a Jesús a todas partes: “…¡este es el centro de la Iglesia, llevar a Jesús!” (Francisco).

Laura di Palma


SUMARIO

ENSEÑANZA APOSTÓLICA
Una Iglesia más parecida a María – Francisco

MEDITACIÓN
Dejar actuar al Otro – P. O. Yorio 

NOTA
María en los 40 años de la Obra – J. B. Duhau
Los “creativos de la paz”  – R. Guillemí
¿Se puede perdonar todo?  – O. Palazzo 

TESTIMONIOS
Repercusiones de la una gracia – Autores varios
Impulsados hacia adelante – Autores varios
La casa de Dani  – Daniela
Los últimos días con Eli en comunidad – E. Grazioso
El volante de mi vida  – L. Londra
¿Estrés o tristeza?  – M. R. Mera Rendón
“Iván, por gracia divina, volvió a oír” M. Á. Lucas 

CONVIVENCIA ANTROPOLÓGICA
Un nuevo trabajo al servicio del Evangelio – V. Sgobba 

ECOS DEL CURSILLO
Aprender a ser mamá  – A. L. García  

MARÍA EN EL MUNDO
Santuarios marianos: lugares para fortalecer la fe

ORACIÓN
Mi Magnificat –
S. Amarilla

Publicado en Cristo Vive ¡Aleluia! Nº193 (JUL-AGO-2014)