Testigos privilegiados de la resurrección, entonces y en la actualidad.
“Vengo a buscar respuestas desde Dios”. Así comenzó su compartir una de las participantes que asistió al primer taller Jesús y las mujeres que ofrecieron hermanas de la Fraternidad del Genio femenino*, el mes pasado.
Las asistentes al taller se diferenciaban en edad, historias y realidades de vida. Sin embargo, todas estaban unidas por la búsqueda de potenciar su identidad femenina desde el vínculo con Jesús.
“Quiero conocer más a las mujeres de la Biblia”, “quiero sanar algunos duelos y no me siento fuerte”, “quiero integrar el feminismo a mi fe católica”, fueron otras expresiones de estas desconocidas entre sí que parecían animadas por el Espíritu Santo a abrir su interior y llenarse de él durante la reunión.
Esta propuesta surge como parte de la misión que llevan adelante algunas hermanas de la Fraternidad. Ellas, desde su experiencia y proceso de formación que recibieron en un itinerario específico dado por el Padre Ricardo, descubrieron un caudal de gracia para ofrecer a la Iglesia y la sociedad por fuera de los grupos de oración del Movimiento.
En esta oportunidad, se trata de siete talleres quincenales, que se llevan a cabo en la parroquia San Cristóbal de ese barrio porteño, gracias a la acogida del párroco Gustavo Gil. Cada taller tiene como protagonista el encuentro de una mujer con Jesús y se aprovecha para tratar un tema específico que profundice la identidad femenina.
“Juntas, con las hermanas del núcleo consagrado, sentimos el impulso hacia la misión y buscamos desde el discernimiento y la Palabra de Dios, descubrir por dónde ir”, comparte Belén La Rocca, que con Irina Gómez y Jennifer Pulido, fueron quienes guiaron el encuentro.
La primera acción misional que desencadenó el ciclo de talleres fue el Vía Lucis (o camino de la luz) que se realizó el 30 de abril en la parroquia. Se trató de una actividad de contemplación de las apariciones del Resucitado en el Evangelio. Fue una experiencia de bendición para la veintena de personas que asistieron.
En la cultura eclesial está muy instalada la tradición de rezar y acompañar el Vía Crucis, pero lo cierto es que la historia no termina allí, y en el camino hacia la vida nueva, las hermanas de la Fraternidad no dejan de anunciar, como aquellas mujeres, que Dios está vivo, que se experimenta su presencia y envío, y animan a compartir su victoria.
La cita bíblica que las conduce es Lc 24,1-9: “El primer día de la semana las mujeres fueron al sepulcro y cuando regresaron, refirieron lo que habían visto y oído a los once y a todos los demás”.
La Palabra con su poder transformador, el acompañamiento a las realidades dolientes y el esfuerzo por desarmar todo mecanismo cultural arraigado que obstruya el camino hacia la semejanza con Dios, son el motor que moviliza esta misión.
Equipo de Redacción
N. de la R. La Fraternidad del Genio Femenino es un espacio de formación y espiritualidad específico para mujeres de entre 18 y 30 años que participan de los grupos de oración del Movimiento de la Palabra de Dios.