El Espíritu Santo el 13 de marzo de 2013 sopló sobre la Iglesia la gracia de un nuevo sucesor de Pedro y Jorge Bergoglio, el argentino llegado del fin del mundo, fue elegido Papa, quien adoptó el nombre de Francisco. Ya, en su primera aparición pública desde la Basílica de San Pedro emocionó a los feligreses pidiendo que lo bendijeran y comenzó con su pedido que se haría permanente: “Recen por mí”.
El Papa Francisco ocupó el número 266 en la línea sucesoria de los papas de la Iglesia Católica y el primero latinoamericano. Con su estilo pastoral, propuso una Iglesia en salida para recibir y atender a los pobres, vulnerables y marginados. Así, el sacerdote que recorría las calles de Buenos Aires y llegaba a los barrios populares para acompañar a los más necesitados, mantuvo su estilo de cercanía con el pueblo. Eso fue lo que marcó su camino en aquel primer viaje como Papa cuando visitó a Lampedusa, donde insistió en la fraternidad como la urgencia para el mundo, lo que tiempo después dejaría como legado en su Carta Encíclica Frattelli tutti.

El 21 de abril de 2025, despedimos a Francisco con profunda tristeza. Damos gracias a Dios por la bondad de su entrega y su sí hasta el final a la voluntad de Dios. ¡Gracias por todo lo que diste, gracias por tu legado, gracias por lo que enseñaste con el testimonio de tu vida! ¡Descansa en paz Papa Francisco! ¡Tu Señor te recibe en su casa!