Una película que denuncia la explotación sexual de niños alerta sobre este flagelo que avanza en la humanidad.

El 4 de julio de 2023 se estrenó en Estados Unidos la película Sonido de libertad (Sound of freedom). Su productor, Eduardo Verástegui, se propuso hacerla hace ocho años, con el fin de denunciar la trata de personas, especialmente de niños.


El film está basado en hechos reales: Tim Ballard, ex agente del Departamento de Seguridad Interna, hace muchos años dejó de trabajar para el gobierno norteamericano para dedicarse enteramente al rescate de niños secuestrados para explotación sexual. El oficial viaja de encubierto por diferentes partes del mundo, acompañado por otros ex agentes militares, a los rincones más oscuros del planeta para rescatar niños.


Cuando conoce la historia, Verástegui se siente comprometido a denunciar por medio del cine la siniestra realidad de la trata de personas. Con muchas dificultades y poco presupuesto, comienza su rodaje. Jim Caviezel (quien protagonizó ‘La pasión de Cristo’ en 2004) acepta el rol protagónico. Se constituye un equipo comprometido en su ejecución y consciente del riesgo de la persecución política que los involucrados de la producción pueden llegar a tener al denunciar una agencia mafiosa, que trabaja por fuera de los límites de la ley y no se sabe cuál es su alcance real.

“No participen de las obras estériles de las tinieblas, al contrario, pónganlas en evidencia…” (Ef 5,1).


Una vez realizada, las grandes cadenas Netflix, Amazon, HBO, Disney, se negaron a su difusión por no ir acorde con los contenidos de las compañías. Cuando se pidió colaboración económica para solventar los gastos de la producción, varios empresarios afirmaron “no es negocio” o “lo veo complicado”. Es así que quedó al descubierto quiénes apoyan la industria de la pedofilia.


La proyección sería estrenada finalmente por 20th Century Fox. El estudio ya tenía los derechos para publicarla cuando esta cadena fue comprada por Disney. Posteriormente la nueva empresa no la financiaría y le costó al productor recuperar los derechos de la película.


En una entrevista, Verástegui dijo: “Todos los expertos en Hollywood nos decían que este no era un buen film para ellos, que nadie querría verla. Entonces, oré a Dios para que por favor envíe un ángel para rescatar la película para su difusión. Finalmente, Ángel Estudios compró los derechos para emitirla y, gracias a ello, millones de personas ya la están viendo. En solo diez días, más de cinco millones de personas acudieron a los cines. No puedo creer que esto esté sucediendo, siento que estoy soñando. ¡Toda la gloria a Dios, esto es un milagro!”…

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