Del 14 al 16 de noviembre, la Casa de Retiros del Seminario Teologado Diocesano de Orihuela-Alicante fue el lugar propicio para realizar el retiro anual de quienes viven en Europa y continúan el camino de oración del carisma del Movimiento de la Palabra de Dios. Para tal fin, desde Buenos Aires viajaron Adriana Vardé y Ricardo Maffeo de la Rama de Matrimonios dedicados a Dios, quienes sirvieron el retiro junto a Silvana Richardson, Marcela Vallejos y Silvia Pérez Millán. Participaron un total de 28 personas: quienes participan del Encuentro en la Palabra que se realiza de modo virtual, otros de los grupos de Barcelona, de Murcia, de Granada y cuatro invitados. Además, estuvo presente una persona de Mendoza, Argentina.
En esta oportunidad, el retiro se centró en el anuncio de la Palabra desde la Parábola del sembrador (Mt 13, 1-23). Durante el encuentro hubo un ambiente de alegría y fraternidad y más allá de la diversidad de orígenes y procesos, se evidenció una comunión que solo se entiende por la acción del Espíritu Santo entre nosotros. El significativo esfuerzo que hizo la mayoría por participar se tradujo en una gran motivación para estar atentos a las propuestas que se ofrecieron y vivir con hondura la gracia.
Por su parte, Adriana y Ricardo visitaron el grupo de Encuentro en la Palabra que se reúne en la ciudad de Murcia hace varios años y, además, estuvieron en una Parroquia de Elche, en donde también hay un grupo de oración del carisma.
¡Oramos por la expansión de la semilla de la Palabra de Dios y la fidelidad de los hermanos a la gracia recibida!
Dejamos un testimonio que se recogió posteriormente: “Me llamaron mucho la atención dos aspectos del retiro: uno fue la fraternidad, la cercanía; y el segundo, la calidad de las enseñanzas, que me dieron otro enfoque sobre la parábola del sembrador. Quisiera agregar también dos cosas: con estos retiros me siento parte de una comunidad muy fraterna. Participo de otras comunidades católicas, pero ésta es la única donde hay este grado de fraternidad, donde conozco realmente la vida de muchos de los hermanos. Es una experiencia que jamás he experimentado en otros ámbitos. Lo segundo es que tengo la impresión que los anuncios los aprendemos en comunidad, que el Señor quiere comunicarse con nosotros como grupo. Esa sensación de aprender algo en comunidad es algo muy nuevo para mí, y me ayuda a comprender la cercanía de Dios. Al terminar el retiro, tengo la sensación de estar purificada, por haber puesto el foco en la Palabra y en el Señor durante dos días y medio. Salgo con mucho más espacio interior para el Señor, me siento ‘desatascada‘, desbloqueada”. Bess Twiston Davies (Inglaterra)






