El Papa Francisco autorizó un milagro atribuido a la intercesión de María Antonia de San José, más conocida como Mama Antula, una laica consagrada argentina, declarada beata el 27 de agosto de 2016 será canonizada a principios de 2024.
El incansable anuncio evangélico dejó huella en la propia identidad religiosa y cultural de los argentinos. A ella se le atribuye, por ejemplo, el inicio de la devoción a San Cayetano de Thiene. Pero también fue responsable de mantener viva la llama de los ejercicios espirituales durante tiempos de expulsión jesuítica, y de universalizar su alcance, convocando a participar a absolutamente todos, indistintamente de la clase social, profesión, u otra diferencia que la era pautaba.
Para más información, se puede consultar una entrevista al postulador de la causa Monseñor Santiago Olivera (https://es.aleteia.org/2023/10/28).