Cristo Vive ¡Aleluia! #226 (MAR-ABR 21)
$300,00“El futuro es nuestro, el futuro es de Dios.” Benedicto XVI
Resulta significativo que el Papa emérito, unos días antes de presentar su renuncia haya hecho esa declaración. Cuando para él todo era incierto, pudo afirmar con valentía: “El futuro es realmente de Dios: esta es la gran certeza de nuestra vida, el grande y verdadero optimismo que conocemos.”En este número:
Cristo Vive ¡Aleluia! #220 (NOV-DIC) 2019
$200,00“¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo”. Lc 1,28b
Con este hermoso saludo del ángel a María, ella se convirtió en “protagonista” y “testigo” de la gran obra de Dios para la redención de los hombres, leemos en la meditación Ser la Madre de Dios. Por eso, podemos reconocerla como Madre y Pastora de la Iglesia (imagen de tapa).En este número:
Cristo Vive ¡Aleluia! #219 (SEP-OCT)
$200,00Basta con leer el diario o mirar el noticiero para querer clamar con voz potente: “Poderoso Señor de nuestra historia, ¡no tardes en venir gloriosamente!”.
Así el Papa Francisco en El miedo a los otros se refiere a la “globalización de la indiferencia” que se da cuando los países o los sectores sociales económicamente más avanzados desarrollan un marcado individualismo sin reparar en la agresión que provocan al resto del planeta.En este número:
Cristo Vive ¡Aleluia! #217 (MAY-JUN)
$200,00“El Espíritu Santo se derrama en tu vida como un manantial”. Francisco
“¡Vive Cristo!”proclamó su Santidad en la última exhortación apostólica postsinodal. Por eso, como pastor universal de la Iglesia de Cristo, Francisco nos exhorta a Pasar de la desolación a la acción. Y, aunque los medios de comunicación hablen de sus diferencias con el Papa emérito, Benedicto XVI también echa luz sobre esta misión en la reflexión “Shalom” y nos invita a llevar la paz que “solo se difunde a través del corazón renovado de hombres y mujeres reconciliados y convertidos en servidores”.
En este número:
Cristo Vive ¡Aleluia! #216 (MAR-ABR)
$200,00“Tú has rescatado a todos los hombres para Dios”.(Cf. Apoc. 5,9)
Dios se involucró en la salvación de la humanidad hasta entregar a su Hijo Único “para que tuviéramos vida por medio de Él” (1Jn 4,9). Esta es la obra sacerdotal de Cristo, la victoria del Cordero a la que refiere el Apocalipsis: el Misterio Pascual celebrado una vez y para siempre, en favor de todos los pueblos y naciones.
En este número: